Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un lienzo en https://marvinxjqi032614.designi1.com/59260637/zidane-y-el-momento-más-polémico-de-su-carrera